Si pudiera regresar el tiempo te habría abrazado más...
¿ Quieres una canción con tu nombre? Para qué si tienes tu risa,
abre tus sentidos y escucharás al universo cantar al ritmo de tu risa.
¿ Quieres un cuento? Para qué si cada historia vivida y compartida
contigo es toda una aventura que tus animes y super héroes envidiarian y
quisieran ser parte de tus locuras.
Iron Man cambiaría su fuerza por poder compartir las película de
terror contigo y comer tacos de payaso los domingos por la tarde.
Sigue cantando con tu voz de la Diva del quinto elemento, sigue
sorprendiendo con un abrazo efusivo, sigue enojándote cuando sabes que
no tienes la razón y cuando te ves atrapada por una verdad.
Riéte de esa forma que sólo tú puedes hacerlo porque tú eres
canción, cuento y aventuras que cualquiera desearía contigo poder vivir.
lunes, 19 de noviembre de 2012
martes, 2 de octubre de 2012
Cantos
Perdámonos en la noche
Encontré la fórmula para convertirnos en luciérnagas
Y volar después que la lluvia haya pasado
Descansemos en aquél cazahuate
Si prestas atención podrás escucharle contar la historia de cómo la luna se enamoró del viento
Te dirá con canciones que interpreta con sus hojas lo triste que se siente cuando la gente pasa junto a él y no le sonríe ni lo mira
Abrázale, vuela conmigo
que la inmensidad de la noche nos tiene muchos regalos
Y cuando regreses a la realidad podrás cantar las historias escuchando el palpitar de tu corazón…
domingo, 30 de septiembre de 2012
Pedazos de mí.
Si para sentirme completa como me siento ahora tuve que vivir lo que viví, me alegro.
Aunque hubiera mantenido bien abiertos los ojos cuando los leones me despedazaron.
Les hubiera ayudado a descarnarme, desmembrarme, hubiera puesto más atención a las clases de corte y confección para reconstruirme más rápido.
Los cabellos los hubiera arrancado uno a uno para que por el cuero cabelludo aún con los poros abiertos entrara la luz que tardo mucho en llegar.
Mis pies, los hubiera cosido al revés para que al caminar a tu lado el paso sea más lento, y bailar como tú que parece que tienes dos pies izquierdos.
Habría puesto café en mis venas en lugar de sangre y con mi sangre habría pintado las orquídeas que piensoenviarte algún día…
Aunque hubiera mantenido bien abiertos los ojos cuando los leones me despedazaron.
Les hubiera ayudado a descarnarme, desmembrarme, hubiera puesto más atención a las clases de corte y confección para reconstruirme más rápido.
Los cabellos los hubiera arrancado uno a uno para que por el cuero cabelludo aún con los poros abiertos entrara la luz que tardo mucho en llegar.
Mis pies, los hubiera cosido al revés para que al caminar a tu lado el paso sea más lento, y bailar como tú que parece que tienes dos pies izquierdos.
Habría puesto café en mis venas en lugar de sangre y con mi sangre habría pintado las orquídeas que piensoenviarte algún día…
sábado, 22 de septiembre de 2012
Fátima
Soy vida, esperanza, la hoja del cuaderno que mueve el viento y se esfuerza en permanecer ahí dispuesta a perder la blancura, sentir la tinta en el cuerpo.
Soy gris de la tarde, oídos sordos a las maldiciones, la sensación de agradecer y disfrutar el viento en una tarde calurosa, la voz que irrumpe el silencio para decir “te quiero”.
Soy tarde de verano, invierto, otoño con frío, agua en la primavera, luz de madrugada, suspiro de amor, música que dicta el corazón, soy vicio, luces de ciudad que iluminan el camino de la felicidad, soy tranquilidad en el tráfico, soy letras sin sentido a primera vista que sólo un sueño puede traducir, soy rojo que ama en azul.
Soy la luna reflejada en sus ojos, una noche de box, desvelos de madrugada buscando la eternidad.
Soy realidad fundiéndose en sueños que descansa en su inmensidad.
Soy aire, fuego que busca compartir libertad, libertad del ser y descanso en su lunar.
Soy la sonrisa del despertar, soy yo mirándome, amándome, soy canto nocturno, locura y estabilidad.
Soy gris de la tarde, oídos sordos a las maldiciones, la sensación de agradecer y disfrutar el viento en una tarde calurosa, la voz que irrumpe el silencio para decir “te quiero”.
Soy tarde de verano, invierto, otoño con frío, agua en la primavera, luz de madrugada, suspiro de amor, música que dicta el corazón, soy vicio, luces de ciudad que iluminan el camino de la felicidad, soy tranquilidad en el tráfico, soy letras sin sentido a primera vista que sólo un sueño puede traducir, soy rojo que ama en azul.
Soy la luna reflejada en sus ojos, una noche de box, desvelos de madrugada buscando la eternidad.
Soy realidad fundiéndose en sueños que descansa en su inmensidad.
Soy aire, fuego que busca compartir libertad, libertad del ser y descanso en su lunar.
Soy la sonrisa del despertar, soy yo mirándome, amándome, soy canto nocturno, locura y estabilidad.
domingo, 16 de septiembre de 2012
El joven aprendiz
¿Cómo empezar una historia de mí? ¿Qué hay que decir lo que soy o lo que no soy? Soy un alma que decidió reivindicar su camino. Siempre quise estudiar para ser pintor, crecí en una familia tradicional, dependía de mi familia a pesar de querer cierta libertad, había conflictos pero sin historias trágicas y lo que todos los días escuchaba era que tenía que estudiar para poder “ser” alguien, eso era lo importante. Entonces ¿yo no era nadie o era nadie por no tener un título? “Si te dedicas a la pintura te morirás de hambre” y les hice caso, ellos no podían estar equivocados jamás hubiera pensado eso, sabían más de la vida que yo.
Por lo tanto decidí estudiar economía y materialmente hablando no puedo quejarme, compré todo lo que quise, hasta una familia, tuve lujos, no me morí de hambre sin embargo casi muero de desesperación y depresión. Al cumplir los cuarenta dejé todo absolutamente todo, encajoné perfectamente los trajes, el portafolio y salí corriendo. Esa tarde cuando estaba a punto de lanzarme al vacío vi un anuncio de un taller para todo tipo de gente no se necesitaba experiencia. Me aferré a esa aventura, me inyectaba vida cada vez que regresaba a mi casa, las cosas comenzaban a tener sentido, no tenía dinero pero tampoco era necesario.
El arte salvó mi vida, me convertí en un alma vibrante en equilibrio, tenía por fin conexión con el cosmos, mi universo. Aquella tarde de desobediencia me trajo mi libertad, las alas que tanto buscaba me convertí en constructor de sueños. Soy campo e instrumento de creación, comunico, transmito y comparto el amor al arte, amor a crear. Cada noche que estoy frente a la gente que viene a mirar mi trabajo, revivo, crece en mí la ilusión, la esperanza de salvarme y salvar con risas la humanidad. Algunas ocasiones los fantasmas del pasado me persiguen, entonces aparecen los héroes de mi historia, mis personajes, envuelven mis miedos en una telaraña y los lanzan a la luna con la velocidad de un aplauso. La luna, aquella luna que siempre acude a mí en mi auxilio, me salva, me cuida, ahuyenta al pasado con su voz de soprano y a veces creo que los fantasmas vuelven para escucharle cantar y no para mi noche estropear.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
El fin de los tiempos.
Nos fuimos perdiendo, olvidamos lo que nos enseñaron los antiguos, los abuelos de nuestros abuelos que a la vez sus abuelos habían luchado por mantener vivo. Al parecer soy el último de esta especie y a pesar de todo también estoy luchando por sobrevivir. Pensábamos que todo era fantasía, nos perdimos en los objetos y debo reconocer que eran maravillosos pero también trajeron desastres, conflictos entre nosotros mismos, se veía matar sin remordimiento por obtener lo que la mercadotecnia nos ofrecía.
Y ¿cómo decirle que no a todo aquello que hacía olvidarnos de aquél amor que nos había despreciado? Si gracias a ello por momentos olvidamos que no había árboles a nuestro alrededor, que ya no había humanos.
Me perdí entre lo material, fui presa fácil, soy parte del olvido, de la dependencia, dejé, olvidé, traicioné, pero todo esto ¿para qué lo cuento? ¿Para qué lo escribo? Si soy un simple esclavo, soy el último preso de las máquinas que se alimentan de nuestra sangre y vienen por mí, disfrutan mi miedo, siento que pueden olerme, sentirme. Y yo, no puedo esconderme ni dejar de llorar ¡tengo miedo!
Pude escapar, no puedo creerlo, y encontré a dos personas que como yo estaban huyendo, tantas cosas qué decir y compartir y sólo hay silencio…
Ya son dos días y aún no he escuchado sus voces y es extraño, tanto tiempo sólo conmigo, hace que quiera estar solo pero sé que los necesito, nos necesitamos. Estoy acostumbrado a hablar solo, creo que he olvidado cómo articular las palabras, cómo gritar.
Ya son tres días y el enemigo no se ha presentado, nuestros oídos han descansado, esta paz es angustiante, nos está matando y creo que ellos pueden sentir y oler nuestro miedo, creo que mis acompañantes pueden intuirlo también aunque no dicen nada puedo ver en sus ojos la misma desesperación, este desasosiego puede atraer la muerte. Una pregunta se ha mantenido en mi mente ¿Podremos nosotros salvar la especie humana? Poblar de nuevo la tierra, no habría guerras.
¿Pero qué estoy pensando? Es imposible escapar y acabar con el enemigo, es tan poderoso ¿Será que me estoy volviendo loco?... Otra vez ese sonido ensordecedor, están demasiado cerca.
Hemos encontrado un grupo más y ya comenzaron los conflictos, todos quieren dirigir, las voces humanas no son agradables, sobre todo cuando están discutiendo, no luchamos juntos y sólo pensamos en sobrevivir para nosotros mismos, me pregunto si todos escuchamos los cuentos e historias de cómo pudo haber rescatado a la humanidad, como se pudo haber evitado esta catástrofe. Diálogo, tolerancia, palabras que ahora no tienen sentido. No queremos escuchar, nadie quiere dar su brazo a torcer y yo tampoco, la angustia pero sobre todo la ira se ha apoderado de nosotros, la desesperación por tener el poder. Nosotros mismos cedimos el dominio a las máquinas, al enemigo. Los escritos no se equivocaron, todo se está cumpliendo al pie de la letra. Estamos aquí discutiendo, lo hemos comprobado somos los últimos, alguien grita, se escucha ese sonido que ensordece, nunca aprendimos a contenernos y nosotros mismos originamos todo esto.
Yo soy el salvador, y el enemigo no nos dominará ni nos vencerá. Maté uno a uno a compañeros los últimos fueron los más difíciles pero mi mente fue más rápida. Y ahora yo, el último de los humanos estoy por llegar al fin, la batalla la ganamos nosotros, la gané yo.
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